viernes, 1 de abril de 2011

Introducción

Empezaré por presentarme, que me enseñaron que es de buena educación.
Mi nombre es David Sierra, mi edad a día de hoy 30 añitos o añazos, según con quién hable lo defino de una u otra manera, supongo que son cosas de la edad. De profesión, pues ya se imaginarán ustedes, cocinero y aunque suene a tópico no es sólo por la necesidad de trabajar (que también) si no que a veces, se convierte en placer, en delirio, en un sueño, una cantidad de sentimientos tan variables e indescriptibles que empiezo este blog para hacerles partícipes de todo esto y mucho mas.

Escribiré sobre recetas, trucos, visitas a otros restaurantes, curiosidades y como no, intentaré compartir con ustedes mis humildes conocimientos en pro de la divulgación de la gastronomía, pero sobre todo, lo haré desde otro punto de vista, desde el punto de vista loco y desenfrenado que a veces nos encontramos en algunas cocinas, pero solo dentro de ellas, en la parte que el cliente no suele ver, entre bambalinas, donde discurren idas y venidas, tristezas y alegrias, personas y personajes, cocineros y cocinillas y donde sobre todo y bajo mi punto de vista deben reinar el buen humor y las risas, ya que sería imposible hacer un buen trabajo en un ambiente tenso o desagradable, sobre todo cuando sabes que tienes que compartir largas horas en un espacio pequeño y cerrado con esa persona que es tu compañero, esa persona en la que tienes que confiar para hacer de la cocina lo mas importante: Un trabajo de equipo.

Por ello y por todos estos años de experiencia (unos diez, mas o menos) ahora quiero contar mi historia, que va unida a la de muchos otros que han ido apareciendo, quedándose o desapareciendo, quiero contarles esa parte que no se imaginan, esas bromas, a veces pesadas que nos gastamos, esos gritos que a veces nos damos, esas peleas constantes con el servicio, como al final del día todo se olvida y el personal que ha trabajado el dia se relaja hablando y picando algo como lo que son, una familia; Y es que el personal en un restaurante se llama así, familia y como tal ya se pueden imaginar....

Empecemos este viaje, lleno de buenas recetas, de tradición, de preguntas y respuestas pero sobre todo lleno de buen humor y donde me gustaría que ustedes, queridos lectores tomasen partido y creciéramos juntos aprendiendo conjuntamente.

Bienvenidos

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